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Arboles muertos y mucha tinta

Callate y segui chupando

Callate y segui chupando LA VIDA SEXUAL DE CATHERINE M. (La vie Sexuelle de Catherine M., 2001)
Autora: Catherine Millet
Edita: Anagrama, Barcelona, 2002

Empecemos con algo personal: comencé a leer libros eróticos de adolescente, allá ne los ochentas, cuando el VHS recién comenzaba a aparecer y los videos porno no estaban al alcance de la mano. Eran unas novelitas muy chotas que, leídas hoy día, son muy graciosas por los estereotipos y los absurdos que tenían.
Leyendo La vida sexual de Catherine M., extrañaba a rabiar esas novelitas.
Catherine Millet es directora de Art Presse, una revista de arte contemporáneo que parece ser (al menos eso dice la solapa) super importante a nivel mundial. O sea, tiene un peso específico importante en el campo del mundillo artístico. También es una activa participante en el mundillo swinger de París. Este libro relata sus experiencias en el campo del empomamiento múltiple.
Y es un libro ABURRIDO.
La sensación es que el libro discurre sin orden ni concierto, donde no hay progresión de ideas o alguna idea que mantenga al lector interesado después de las primeras páginas. Es evidente que la autora quiere hacer como una reflexión casi ensayística sobre qué, cómo, dónde y por qué le encanta el sexo grupal. Pero lo cuenta de una manera tan apática y sin forma que el libro termina reduciéndose a un sinnúmero de historias de polvos sumado a reflexiones descolgadas (algunas muy inteligentes, eso si) sin ningún contexto que la enmarque.
Me asombra el éxito de las reseñas. Sabemos que el sexo vende (yo lo agarré para leer precisamente porque habla de sexo, a qué engañarnos), pero que tantos críticos hablen maravillas de él solo parece indicarnos que Mollet efectivamente es alguien con poder en el mundo del arte y nadie la quiere ofender. Eso, o los críticos literarios ni siquiera saben elegir le material para sus masturbaciones, porque es un libro donde el erotismo brilla por su ausencia. Y en un libro que relata experiencias eróticas, me parece un pecado gravísimo-
Fue una tortura terminar el libro. Una de dos: o Millet no sabe escribir (mi opción) o el sexo es para practicarse, no para leerse.
Asi que, madmoiselle MIllet: vuelva a que la entuben de a cuatro. Pero calladita, por favor…

1 comentario

de_bouchard@yahoo.com -

Coincido en eso de que leer sobre sexo es un embole. Ahora, escribir... esa es otra historia. No entiendo a los giles que me leen...